Una de las grandes necesidades de las clínicas médicas es garantizar la seguridad informática a sus pacientes.
La seguridad informática en las clínicas no es una opción, porque junto con todos los datos personales (nombre, apellidos, teléfono, dirección, correo electrónico,…) se asocian datos de salud. La información que proviene de la práctica médica, configura un perfil privado extremadamente sensible al robo de datos.
Las clínicas médicas son uno de esos lugares donde los usuarios depositan una fe ciega, comunicando dolencias y situaciones que en ocasiones no compartirían con nadie. Por eso, un robo de datos puede poner en situaciones delicadas a personas de toda índole y procedencia, tanto afectiva como laboralmente.
Es fundamental que las clínicas dispongan de un sistema de protección de datos seguro y actualizado, que evite filtraciones a personal no autorizado por vulnerabilidades en el sistema.
Empresas especializadas como Vic Micro garantizan esa seguridad tan necesaria.
Estos son los principales puntos de seguridad a tener en cuenta para proteger los datos de las clínicas médicas:
Establecer correctamente usuarios y permisos
Esta es probablemente una de las tareas más desconocidas de la seguridad y privacidad y que más incidencia tiene sobre la productividad.
Aunque no vamos a realizar una explicación profunda, lo resumiremos en que cada persona que trabaja en la clínica tiene necesidad de leer y escribir determinados datos.
El acceso a esos datos se asigna en función de «roles» (por ejemplo, esos roles podrían ser: administrador del sistema, médico, enfermera, admisión, recepción, etc.).
Si los roles están mal definidos, los trabajadores no podrán acceder a información que necesitan para poder ser eficaces, o podrán acceder a datos que no necesitan, con el consiguiente peligro de que puedan alterar -inadvertidamente- algún registro o que, a la hora de copiar datos copien más de los estrictamente necesarios.
Analizar correctamente el funcionamiento de la clínica para definir esos roles y asignar a cada trabajador el que le corresponde, hará que el trabajo se desarrolle de manera fluida y que sea más fácil acotar la solución en caso de que surja un problema.
Cada usuario, protegido por una contraseña, queda registrado en el sistema, de manera que se pueda saber en todo momento a qué información necesita tener acceso.
Una vez establecido este directorio, con los roles correctamente creados y configurados, es el momento de proteger el sistema de amenazas externas.
Firewall bien configurado
No se trata sólo de tener un firewall (cortafuegos) instalado. Además tiene que estar perfectamente configurado para no dejar agujeros por los que agentes maliciosos puedan introducirse para obtener los datos de los ordenadores.
Para estar seguro de que el cortafuegos está bien configurado, es recomendable que lo haga un profesional de una empresa informática garantizada, que conozca tanto las necesidades del centro como los dispositivos que tienen que acceder.
Si un firewall está mal configurado, es cuestión de tiempo que alguno de los robots que van escaneando los puertos de los routers encuentren la forma de entrar.
Antivirus actualizado a la última versión
A veces, ni siquiera el cortafuegos más potente consigue evitar la catástrofe.
Un pendrive, un correo electrónico, un documento… puede contener un virus o un malware que robe o secuestre la información y ponga a la clínica medica en un apuro.
Por eso es importante que el antivirus esté actualizado con las últimas definiciones de virus y programas maliciosos, y que esté configurado correctamente para que ningún documento o archivo pueda entrar en el sistema sin que haya sido previamente analizado para comprobar que está “limpio”.
Copias de seguridad regulares
Es posible que, para el inexperto, pueda parecer un contrasentido la recomendación de hacer copias de seguridad, puesto que -teóricamente- cuantas más copias haya de los datos más fácil es que se puedan filtrar de uno u otro sitio.
Pero es una falsa sensación. Como hemos descrito, si el cortafuegos está instalado por un profesional, y el antivirus es actualizado permanentemente, es casi imposible que se puedan infiltrar en el sistema.
Además, si el sistema de copias de seguridad ha sido configurado por un profesional, las copias que haga estarás cifradas, y nadie desde fuera de la organización podrá desencriptarlas si no está autorizado.
Es importante que se realicen copias de seguridad tanto en local (en la propia clínica médica) como en remoto, de manera que la clínica esté protegida no sólo contra los hackers sino contra los desastres naturales: una inundación, un incendio, un ordenador que se rompe.
El sistema informático de la clínica no puede pararse por causas fortuitas, ya que tanto la salud de sus clientes como la rentabilidad de la empresa dependen de que se pueda seguir trabajando con las menores interrupciones posibles.
Es un profesional informático el que podrá diagnosticar cómo, dónde y con qué frecuencia tienen que hacerse las copias de respaldo, de manera que, si llega el momento de utilizarlas, el servicio pueda reponerse en el menor tiempo posible.
Conclusión
Las clínicas médicas han sido una evolución natural de la medicina, acercando al paciente la posibilidad de realizar todo tipo de pruebas que antes requerían gastar tiempo y dinero sólo para poder llegar al lugar donde se hacían.
Además, esa proximidad geográfica de las clínicas también ha acercado el trato a los pacientes, ofreciendo una confianza y un conocimiento individualizado que muchas es difícil (por no decir imposible) en estructuras más grandes y masificadas.
Poner todas las medidas de seguridad para que los datos de los pacientes estén protegidos, seguros y disponibles ofrece la tranquilidad de espíritu de saber que -hasta en las partes que el paciente no percibe- están trabajando por él.
Si busca una empresa profesional que sepa lo que está en juego, contacte con Vic Micro, llevamos más de 15 años ofreciendo a nuestros clientes el mejor servicio. Nuestros planes de mantenimiento ofrecen seguridad informática en las clínicas.
VIC MICRO
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