«Hoy 18 de enero de 2021 me siento muy afortunado y feliz de anunciaros que Vic Micro S.L.U. ha pasado a ser una S.L. formada por cuatro soci@s».
El 4 de abril de 2021 hará 15 años que empezó la aventura de Vic Micro. En un primer momento, del 4 de abril de 2006 al 4 de noviembre de 2013, trabajando desde casa como autónomo. Y desde ese momento en adelante, haciéndolo ya en un local situado en la calle Fuente Carrantona; trabajando junto a un equipo de cinco personas y amig@s que han ayudado mucho de forma desinteresada. En todos estos años se han reparado aproximadamente ¡15.000 ordenadores! Vendido otros 1.000 y, además, contamos con una cartera fija de más de 7.000 clientes. Entre ellos alguno tan destacado como el Colegio Público de integración el Sol, al que prestamos servicio desde el año 2008.
Sin las clientas y clientes que han confiado en Vic Micro no habría sido posible nada de esto. Pero hay algo por encima de estos pequeños datos que he mencionado hasta ahora. Sin la ayuda de l@s tres nuevos soci@s, Vic Micro no habría podido llegar a todas esas personas que han confiado en mi empresa y tampoco habría sido posible dar servicio a tanta gente. Os presento al equipo de Vic Micro S.L.:
Mi madre Aurora: (mi padre también pero ella le representa)
En casa siempre me dijeron que tenía que trabajar en algo que me hiciera feliz, sin importar lo que fuera o si requería estudios o no. Por si no fuera suficiente ayuda ya, también me permitieron habilitar una habitación durante 7 años que usé como taller, por la que pasaron muchísimos ordenadores. Los primeros años no tenía carnet, me llevaban a los distribuidores, a casa de los clientes, a las empresas. En los inicios, la gran mayoría de clientes me los consiguieron ellos, buzoneo, carteles en los comercios donde solían comprar, etc.
Todavía quedaba lo más importante, en el año 2013 cuando mi padre enferma de forma grave, decido abrir un local. ¿Quién se encargó de todo el papeleo brutal y de montarlo? Mi madre; ella es la que se encarga de todas las gestiones. Os puedo asegurar que si de mí hubiera dependido nunca habría pasado.
Y para terminar, a pesar de no tener nada de experiencia en el manejo de ordenadores, ha trabajado bastantes veces en la atención al público, en todos los momentos que hemos estado desbordados y siempre que se lo he pedido, además de hacer constantes gestiones de papeleos. Para mí, no podría haber imaginado unos padres mejores.
Mi amigo Guillermo:
Fuiste de las primeras personas a las que conté mi idea de hacerme autónomo y crear Vic Micro. Desde el primer día hasta hoy siempre has estado ahí de forma totalmente desinteresada; dando mucho amor y cariño a este proyecto. Siempre has llevado una tarjeta del negocio de tu amigo, has hablado a todo el mundo de lo que hacía. Me has escuchado siempre que tenía dudas y has sido el mejor consejero que podría soñar tener alguien. Varios momentos que no olvidaré nunca, como las conversaciones en verano por las noches, sobre dar el salto al local. O en el Vips de las Rosas cuando llevaba solo siete meses con la tienda abierta y había decidido cerrarla, pero gracias a ti, finalmente no lo hice!!!
Has creado las redes sociales de la empresa, la página Web que funcionó más de 5 años y le has dedicado miles de horas a cuidar todo eso. Si ahora mismo nuestra principal fuente de clientes es Internet es, en gran parte, gracias a ti.
Cuando alguien me pregunta qué es la amistad la respuesta es clara: Guillermo, él es la verdadera amistad.
Mi compañera de trabajo y amiga Mireia:
Tuve la gran fortuna de que fuese ella la primera persona que contraté que no fuera alguien de mi entorno conocido (como el caso de Guillermo y mi hermano).
Cuando llegaste a Vic Micro a trabajar en la atención al público, estaba casi todo en pañales, el local no llevaba ni un año abierto. Estaba casi todo por hacer y por aprender. Tu ilusión era convertirte en técnica informática pero yo no sabía ni si podría pagarte el sueldo durante mucho tiempo jajajaja! A la vez que ibas organizando lo de fuera y dando una atención al público inmejorable, pude empezar a enseñarte a reparar ordenadores. Con el tiempo pudiste dejar la atención al público y por méritos propios conseguiste trabajar de lo que te gustaba; de técnica.
Durante todos estos años has cuidado la empresa como si fuera tuya y si Vic Micro ha conseguido crecer tanto es en parte gracias a ti. A parte de lo profesional, al poquito tiempo creamos una gran amistad que sirvió para cambiar cosas importantes en nuestras vidas y poder ayudarnos. No tengo ninguna duda de que quiero recorrer toda mi carrera profesional contigo para seguir aprendiendo y creciendo juntos.
¡Mi tesoro no es Vic Micro, es la gente que me acompaña!
GRACIAS.